5 cosas que no debes perderte en Barcelona

5 cosas que no debes perderte en Barcelona

Hemos hecho de Barcelona nuestro hogar. El número de residentes temporales en la ciudad es enorme, cerca de unos 7 millones de turistas llegan cada año – incluyendo una proporción enorme de personas que hablan castellano y que vienen a ver lo que tiene que ofrecer esta ciudad. Barcelona es un destino muy popular para divertirse: las playas, la sangría, la relajación, la vida nocturna, etc. Para sacar el máximo partido a la ciudad se necesitan algunos conocimientos para no caer en las trampas turísticas. Por ejemplo:

1. Piscina Montjuic– Piscina municipal al aire libre con vistas espectaculares de la ciudad. Fue construida para las  Olimpiadas de 1992 y sigue estando sorprendentemente sin uso. Si te gusta tomar el sol pero no te gusta tener arena por todas partes, este es el lugar perfecto. Una piscina Olímpica, un espacio amplio para tomar el sol y un pequeño café-bar. Para llegar allí toma el funicular del paralelo (válido con tu billete de metro), gira a la derecha saliendo de la estación funicular y está al otro lado de la carretera ¡Fácil! El precio de entrada es ~5€. ¡Cuidado, la piscina está solo abierta en verano!

2. Aperitivo en la terraza del hotel Barceló Raval – Esta es una de las muchas gemas ocultas de la ciudad. Es un hotel de diseño de 4 estrellas con una terraza imponente en el tejado, vista de 360 grados y una barra completamente almacenada. Los precios de la barra son muy razonables así que podrás disfrutar de una puesta de sol y bebidas en el centro de ciudad sin romperte el bolsillo.

3. Fiestas en la playa en verano –  Cada domingo de verano hay muchas fiestas a lo largo de la costa. Algunas son más grandes que otras. Pequeños bares chilled out con gente tomando mojitos o fiestas completas con Dj de renombre. La mayoría de la fiestas son gratis con la excepción de las más grandes, pero tienen lugar normalmente durante le semana del Sónar festival.  Son todas accesibles desde el metro (línea amarilla) o paseando a lo largo de la playa donde puedes pararte donde te parezca mejor. Tienes que saber que tomar algo en los bares de la playa es normalmente más caro pero las fiestas no están cerradas así que eres libre de traer toda la comida y bebida que desees. Nuestra hora favorita es sobre las siete de la tarde cuando el sol empezar a bajar y lanza un resplandor agradable sobre las personas presentes en el escenario.  Un par de horas más tarde podrás disfrutar de una subida impresionante de la luna mientras estás tomando un mojito fresco.

4. La vida nocturna del Raval – El raval era conocido como el barrio chino por su número elevado de inmigrantes. No es para todos. Los calles estrechas y oscuras, los personajes coloridos y las calles menos limpias son suficiente para asustar a cualquier turista tímido. Pero para los más valientes que se atreven a entrar adentro hay invitaciones ocultas a montones, barras underground, bebidas baratas, restaurantes íntimos, servicio amistoso, lugares peculiares y mucho más. Un buen lugar para empezar es la calle Joaquín Costa, es de fácil acceso desde el centro de ciudad y se alinea con lugares interesantes para beber algo o pasar un rato con los amigos. Te darás cuenta de que hay muchos más locales aparte de estos bares, el servicio es un poco mejor y la diferencia de precio es notable. Cuando los bares se cierran a las 3 de la mañana hay  un par de bares ilegales (tendrás que preguntarme personalmente dónde encontrarlos) o puedes sentarte fuera del MACBA (museo de arte contemporáneo) hasta la madrugada disfrutando del servicio de los vendedores de cervezas por en la calle.

5. Disfrutar de las vistas desde el parque Guinardó – ese parque al noreste del centro de la ciudad se jacta de algunas de las vistas más espectaculares de Barcelona. La mayoría de la gente se dirigirá para los archiconocidos Parque Güell o Tibidabo pero para ésos que ya los conocen es el lugar para ir a desconectar, apartarse lejos de las muchedumbre y para disfrutar de las increíbles vistas. Para llegar allí coge la línea amarilla del metro Guinardó después sigue el camino arriba. Subirás a través de algunos jardines muy bonitos, subiendo un poco más llegarás luego al altiplano de una meseta donde puedes sentarte y disfrutar de las vistas. La belleza es la calma (una novedad para Barcelona), la facilidad de acceso y la gente variopinta que te puedes encontrar allí en cualquier momento. !No te olvides la protección solar que el sol pega fuerte!

María di Mario. Profesora y blogger

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